Aunque no quiera.

Pasan los días, las horas, los minutos y los segundos, un poquito más lentos quizá pero más seguros también.

Cuando tenemos espacio para pensar y hacer lo que queremos hay un margen muy amplio para tratar de acertar o fallar en pro de nuestras necesidades y nuestros objetivos.

Eso sí tiene de bueno la vida, nos va presentando una serie de cosas por hacer en cada esquina que sólo nos queda disfrutar y relajarnos para sonreirle a una libertad que aunque sana se presta a cualquier locura.

Se abren puertas todos los días y aunque no quiera el tiempo sigue pasando y nos sigue demostrando que a lo mejor el camino es otro y que sin remordimientos debemos intentarlo para cambiar un poquito lo que el País no puede y lo que la gente no deja.

Hay tiempo para todo, para intentarlo, para ganar o perder, para entrar o salir, para caminar o correr, para cantar y bailar, para desayunar, almorzar y cenar. Hay tiempo para pasear, para tomar el sol y mirar la luna, para conversar y escuchar, para visitar y para que nos visiten. Hoy hay tiempo para todo hasta para reír y reír.

Aunque no quiera la vida es así y solo queda disfrutar y nada más porque de lo bueno poco y mientras dure hay que aprovechar.