Pocas veces alguien nos hace pensar tanto en lo que hemos estado haciendo durante tanto tiempo, cuando eso sucede es que esa persona tiene un poder sobre ti que no tiene explicación y quizás hasta no tenga sentido, pero pasa y debe valorarse.
En estos años estuve cerca pero a la vez lejos de ella, cerca cuando podíamos coincidir y lejos porque ella es distinta a todas y un día decidió no darme ni alas ni esperanzas, cosa que se agradece pero cuando existe el poder que mencioné al principio no existe nada que frene nuestra cabeza, nuestro corazón y nuestra alma y por eso a pesar de los años sigo tan cerca como lejos.
Me enseñaste que la humildad no es solo ayudar a la gente, si no también despegarse de lo que uno ha logrado porque a la final somos unos pendejos y todos somos iguales.
Me enseñaste que tu alegría es medicina, que tu sonrisa es más loca que tú y que siempre hay que ser uno mismo aunque le duela a la gente
Me enseñaste que los sueños se pueden cumplir aunque no estemos juntos, porque verte feliz cada día es cumplir mis sueños a diario.
Me enseñaste que el tiempo no importa si igual siento por ti lo mismo que el primer día.
Perdón, porque desde ese primer día que nos juntaron en un restaurante hice todo mal.
Perdón porque cada experiencia que yo decidí vivir fue un fracaso.
Perdón porque no supe manejar la soledad y me equivoqué un millón de veces.
Perdón porque te sigo pensando y soñando cada segundo de mi vida.
Gracias porque ya nada me despecha, porque a diario vivo un despecho por ti.
Gracias porque si quiero motivarme solo debo ver tu risa loca y me reinicio.
Gracias porque me hiciste entender con un abrazo que si no te tengo a ti en verdad no tengo nada.
Gracias porque me enseñaste a pedir perdón y a ser mejor.
Me cansé de buscar, de inventar y de ir contra la corriente, me toca esperar a ver que van a decidir la vida, el destino y el tiempo con mi historia en el Amor que aunque es la suma de todo así lo llamamos...
Si no se nos dá igual voy a soñar que estamos abrazados en un concierto de Manuel Carrasco, en Madrid o en Sevilla. Con tu sonrisa loca y mis ganas de hacerte feliz tomados de las manos hasta que seamos ancianos.
Estoy feliz porque hoy gracias a ti me volví a sentir un niño, con las manos sudadas y temblando, no sabiendo que decir ni que hacer pero feliz por ver tu cara de felicidad.
Pase lo que pase en esta historia te dedicaré canciones hasta que muera y aunque no las escuches esa es mi manera de decirte que siempre estoy pensando en ti.
Eres mi sueño, eres mi verdad...
Hoy mi sueño, cumplió su sueño.
.-JJ
