Cuando aquel día la bese nunca pense cuanto cambiaría mis días, ni cuan importante sería en esa travesía de reencontrarme conmigo mismo, pero así fue y estoy feliz sobre todo porque en el mundo nada es perfecto y es importante demostrarle cada día cuanto la amo sin temor a que se empalague de tantos detalles, todo comenzó con una base, estar pendiente el uno del otro es clave fortaleciendo todo con sonrisas, amor, pasión y respeto, ese respeto que se tiene que demostrar todos los días para evitar mal entendidos, ese respeto que hace a la mujer sentirse segura en todo momento pero que obviamente se obtiene poco a poco y sin dejar de demostrar.
Jamás pensamos sentir tanto tan solo con tocarnos o con mirarnos pero cuando las cosas son distintas a las novelas suelen ser mágicas y únicas. Soy feliz viendola sonreír pero soy aun más feliz viendola conseguir sus metas que son las mías y que sin duda seran el pilar de nuestro futuro, en donde estaré para sentirme aún más orgulloso de cada paso que dimos juntos.
No pienso dejar de luchar en pro de nuestro amor, no pienso dejar de decirle que la amo todas las mañanas antes de cada jornada y de resar por nosotros cada noche, no está en mis planes dejar de amarla ni cuando sus arranques traten de evadir todo lo que sentimos, ni cuando no podamos vernos por cosas de los estudios o el trabajo, nos soñamos y eso nos hace únicos así como es ella diferente, fuerte, guerrera, con una personalidad única y con esas ganas de siempre estar conmigo que se notan en cada gesto.
Dios nos da todos los días lecciones de vida y nosotros somos parte de esas lecciones ya que seguimos juntos y seguiremos juntos solo por amor y gracias al amor.
Dejen amar a quien se ama... que es muy bonito ser feliz....
JJ.-
