Las etapas se convierten en recuerdos, las mentiras en pasado, las verdades en presente y esa persona en presente y futuro, sin cambiar de escala, sin entender de tangentes, sin buscar excusas, sin inventar lunas ni maquillar soles por muy fuertes que estén.
Lo que pretendíamos ahora es un chiste, lo que soñamos ya no es tan egoísta e incluye a nuestro lado en esas playas a esa persona que probablemente no sabe si vino o quiere quedarse para siempre pero nosotros lo tenemos claro, no le queremos soltar la mano, no necesitamos otro cuerpo, ya no pensamos tanto en sexo y si en sus brazos, en su sonrisa y hasta en sus enojos que nos encanta porque se ve aún más perfecta e imponente. Quizás lo que creíamos viendo ese tipo de persona distinta e imponente que sería una pesadilla ahora entendimos que es un sueño.
Ya no nos importa nada, ni los culpables, ni los ganadores ni los perdedores, lo único que importa es hacerle feliz, verle feliz y vivir para su felicidad con nosotros, aceptando que las oportunidades cuando se convierten en reto y nos hacen hacer sacrificios es porque será nuestra felicidad.
Al diablo el sexo, la perfección y todo aquello que nos ate a vivir pensando, disfrutemos de cada segundo, durmiendo feliz, viviendo feliz y haciendo lo que nos venga en gana, pero sin dañar a nadie y haciendo las cosas bien. Que cuando amamos todo depende de dos y entendemos que el único camino es la verdad, la libertad y la confianza.
Juntos de las manos, en la Guajira o en Madrid, en la mejor playa del planeta, solos o con la gente que amamos y haciendo locuras mientras ellos piensan que somos incapaces, pero siempre juntos.
Descubrí el Amor, tal vez, una tarde de Agosto y el misterio no se quiso resolver, me dolieron las heridas, algunas desconocidas, pero ella vino y curó todo con una sola sonrisa...
Descubrí el Amor tal vez, cuando me invitó a quedarme supo conjugar el verbo...
...y me quedé.
.-JJ
